Gluten y piel: Un vínculo más allá de la digestión
Descubre la clave para tratar los problemas crónicos de la piel que muchos desconocen: la conexión con el gluten.
Los dermatólogos convencionales a menudo pasan por alto esta relación, optando por recetar pastillas y cremas en lugar de abordar la raíz del problema. Esta falta de enfoque en las causas raíz puede llevar a un ciclo interminable de síntomas y tratamientos paliativos. ¡Es hora de entender por qué tu piel no sana y tomar medidas para romper este ciclo!
¿Tienes problemas con el gluten?
O, preguntado de otra forma: ¿tienes alguno de los siguientes síntomas:
Piel muy seca
Sensación de ardor en la piel
Enrojecimiento
Picazón constante
Piel agrietada
Brotes de granos
Erupciones cutáneas
Piel descamada
Pequeñas burbujas o ampollas en o bajo la capa de la piel que eventualmente estallan
Urticaria
Lesiones bulosas en la piel
Caspa
¿Cómo se manifiesta la relación entre el gluten y la piel?
1. Enfermedad celíaca:
Esta enfermedad autoinmune, caracterizada por una reacción del sistema inmune al gluten, puede tener repercusiones en la piel. Entre los síntomas cutáneos asociados a la enfermedad celíaca encontramos:
Dermatitis herpetiforme: Una erupción con picazón y ampollas, similar a la urticaria, que suele aparecer en codos, rodillas, glúteos y espalda.
Eccema: Inflamación y enrojecimiento de la piel, especialmente en codos, rodillas y rostro.
Psoriasis: Lesiones escamosas y rojas en la piel.
Alopecia areata: Pérdida de cabello en zonas circulares.
Dermatitis herpetiforme: la forma cutánea más clásica de intolerancia al gluten
2. Sensibilidad al gluten no celíaca:
Aunque no padezcan la enfermedad celíaca, algunas personas experimentan síntomas al ingerir gluten, incluyendo:
Dermatitis herpetiforme: Al igual que en la enfermedad celíaca, la dermatitis herpetiforme puede presentarse en personas con sensibilidad al gluten.
Eccema y psoriasis: Se ha observado una posible relación entre la sensibilidad al gluten y estas afecciones cutáneas, aunque aún se requiere mayor investigación.
Rash cutáneo: En algunos casos, la ingesta de gluten puede provocar erupciones cutáneas no específicas.
Prurigo nodularis: recibe su nombre por la piel engrosada, con picor intenso y con costras que no tiene una causa conocida actualmente. Hay informes de casos que conectan el prurigo nodularis con la malabsorción intestinal. Esto es bastante común en aquellos con síndrome del intestino permeable y otros problemas gastrointestinales que a menudo implican sensibilidad al gluten.
Rosácea: En la medicina funcional y la nutrición, la rosácea puede ser un signo de proliferación excesiva de levaduras candida y disbiosis intestinal. Dado que el exceso de candida puede desencadenar permeabilidad intestinal, es importante identificar adecuadamente qué está inflamando su tracto gastrointestinal.
Hidradenitis supurativa: Hay un posible papel de la participación intestinal en la hidradenitis supurativa al observar las sensibilidades alimentarias, el síndrome de intestino permeable y las características autoinmunes.
Epidermolisis bullosa adquirida: Una investigación interesante publicada en 2013 señala hacia una prevalencia aumentada de aquellos con EBA que tienen el gen HLA-DQ2.2. Los investigadores creen que este hallazgo es importante porque indica una predisposición genética "de inflamación intestinal crónica... [que] puede predisponer a la sensibilidad al gluten, lo que lleva en última instancia a daño mediado por el sistema inmunitario en los órganos"
Vitiligo: Un estudio de caso (1) demuestra la mejora de la piel despigmentada cuando a un paciente se le trató con una estricta dieta libre de gluten después de que otras terapias hubieran fallado.
Queratosis pilaris: una consecuencia de deficiencia de vitamina que puede producirse por Síndrome del Intestino hiperpermeable, la extirpación de la vesícula biliar o la inflamación crónica que ha alterado la membrana mucosa que recubre el intestino.
Y la lista continúa con todas las enfermedades autoinmunes de la piel
Diagnóstico de problemas con el gluten
Evaluación médica: El especialista realizará un examen físico y revisará tu historial médico para descartar otras causas de sus síntomas. Es frecuente pedir un análisis de sangre en busca de :
Anticuerpos antigliadina (AA): Estos anticuerpos se dirigen contra la gliadina, un componente del gluten. Aunque han sido utilizados, no identifican la enfermedad en todos los casos y actualmente no se usan comúnmente.
Anticuerpos contra péptidos deaminados de gliadina (APDG): Resultan útiles en la evaluación de niños menores de tres años. Sin embargo, su uso también ha disminuido.
Anticuerpos anti-transglutaminasa (ATG): Son los anticuerpos más utilizados en la práctica clínica. Aunque han sido de gran valor para el diagnóstico durante años y siguen siendo altamente valorados, en algunas ocasiones pueden dar resultados negativos. Si se mantiene una alta sospecha de la enfermedad, se requieren pruebas adicionales. De hecho, el nuevo Protocolo de Diagnóstico Precoz reconoce la existencia de la celiaquía seronegativa, que se da cuando estos anticuerpos son negativos.
Anticuerpos anti-endomisio (AEM): Poseen una sensibilidad comparable a la de los anticuerpos anti-transglutaminasa y son particularmente útiles para confirmar la celiaquía sin necesidad de realizar una biopsia, especialmente en niños.
También se solicitan estudios genéticos, que es el estándar de oro para determinar si existe o no enfermedad celíaca. Los genes relacionados con la celiaquía en un 90% de los casos es el HLA-DQ2 y el HLA-DQ2 en un 5%.
El siguiente paso sería, si tienes sintomatología, el análisis de sangre da positivo en alguno de los anticuerpos y además tienes alguno de los genes, una dieta libre de gluten.
En mi opinión creo que en caso de sintomatología siempre es positivo probar con una dieta libre de gluten al menos 3 meses y llevar un diario nutricional para estudiar la evolución
Sea cuál sea tu problema de piel, no dudes en contactar conmigo
1- Rapid Partial Repigmentation of Vitiligo in a Young Female Adult with a Gluten-Free Diet
