La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y su estado de salud ese ve afectado por múltiples factores internos y externos. Uno de los factores más interesantes y recientes en la investigación sobre la salud de la piel es el uso de probióticos. Estos microorganismos vivos, conocidos por sus beneficios en la salud digestiva, también están mostrando un gran potencial para mejorar la salud cutánea.
Hoy te hablo de cómo estos microorganismos pueden ayudarte a recuperar la salud de tu piel y por qué deberías contar con ellos a diario.
Probióticos
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que, cuando se consumen en las cantidades adecuadas, ofrecen beneficios para la salud. Aunque son más conocidos por su papel en la salud intestinal, los probióticos también tienen un impacto significativo en otras partes del cuerpo, incluida la piel. Se pueden encontrar en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut y en suplementos dietéticos.
El equilibrio de la microbiota intestinal, lo que también se llama homeostasis, promovido por los probióticos, no solo va ayudarte a digerir, absorber y metabolizar nutrientes, sino que también está muy relacionado con la salud de tu piel.
Existe una conexión conocida como «eje intestino-piel» por el que lo que afecta a una afecta a la otra. Así, todo lo bueno que le suceda a tu mircrobiota intestinal (antes conocida como flora intestinal) te ayudará a recuperar una piel sana.
Efectos en la piel
1. Mejora de Condiciones Cutáneas
Uno de los beneficios más documentados de los probióticos es su capacidad para mejorar diversas condiciones cutáneas, como la dermatitis atópica, la psoriasis, la rosácea y el acné. Estas afecciones a menudo están relacionadas con una respuesta inflamatoria anormal o con desequilibrios en la microbiota de la piel, la dermobiota. Los probióticos pueden ayudar a regular el sistema inmune, reduciendo la inflamación y restaurando el equilibrio natural de la piel. Por ejemplo, algunos estudios han mostrado que ciertas cepas de probióticos, como Lactobacillus rhamnosus, pueden disminuir la incidencia de eccema en niños y mejorar los síntomas en adultos.
2. Protección frente a daños UV
La exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel, y los probióticos pueden darte una protección extra. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de los probióticos ayudan a reforzar la barrera cutánea, reduciendo los daños causados por la radiación ultravioleta (UV). Además, algunos estudios sugieren que los probióticos pueden aumentar la producción de ceramidas, lípidos esenciales que mantienen la hidratación de la piel y protegen contra los daños ambientales.
3. Antienvejecimiento
El envejecimiento de la piel es un proceso natural, pero los probióticos pueden ayudar a mantener la juventud y la frescura de la piel durante más tiempo. La capacidad de los probióticos para combatir los radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células, es clave para reducir los signos del envejecimiento. Al mantener un dermobioma equilibrado, los probióticos pueden prevenir la degradación del colágeno y la elastina, dos proteínas que mantienen la piel firme y elástica.
4. Fortalecimiento de la barrera cutánea
La dermobiota actúa como una barrera protectora contra patógenos y otros factores que podrían dañar tu piel y tu salud. Los probióticos ayudan a mantenerla y restaurarla, fortaleciendo la defensa natural de tu piel. Esto es especialmente importante en condiciones donde la barrera cutánea está deteriorada, como en la dermatitis atópica, donde los probióticos pueden reducir la penetración de alérgenos y microorganismos dañinos.
Incorpora probióticos en tu vida
Los probióticos pueden ser incorporados en tu rutina de cuidado de la piel de dos maneras principales: a través de la dieta y mediante la aplicación tópica.
Consumo oral
El consumo de alimentos ricos en probióticos o suplementos puede tener un impacto positivo en la salud de la piel, al mejorar la microbiota intestinal y, por ende, la respuesta inmunológica del cuerpo. Incluir en tu dieta diaria alimentos como yogur, kéfir, miso y kombucha puede ser un paso simple pero muy efectivo para mejorar la salud de tu piel desde dentro. Además, hay suplementos probióticos específicos que pueden ser recomendados por una profesional de la salud, dependiendo de tus necesidades concretas.
Aplicación tópica
Los productos para el cuidado de la piel que contienen probióticos son cada vez más frecuentes y populares. Estos productos están diseñados para equilibrar el microbioma de la piel directamente, proporcionando un alivio inmediato de la inflamación y ayudando a la piel a protegerse contra agresores externos. Cremas, sueros y limpiadores con probióticos pueden ser una excelente incorporación a tu rutina de cuidado de la piel, especialmente si tienes piel sensible o propensa a brotes.
Consideraciones a tener en cuenta
Aunque los probióticos ofrecen múltiples beneficios, es importante recordar que no todos los productos probióticos son iguales. La eficacia de los probióticos puede depender de la cepa utilizada, la dosis y la forma en que se almacenan y administran. Es recomendable buscar productos de alta calidad y, si estás pensando en tomar suplementos probióticos, consulta con una profesional de la salud para asegurarte de que sean adecuados para ti.
Además, aunque los probióticos son generalmente seguros, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios menores, como hinchazón o malestar digestivo, cuando empiezan a tomarlos. Estos efectos suelen ser temporales y desaparecen a medida que el cuerpo se adapta.
También es importante recodarte que las personas con problemas inflamatorios de la piel suelen tener niveles elevados de histamina. Hay algunos probióticos que pueden producir aminas biógenas, lo que puede hacer que aumente más tu histamina ( más picor).
Aquí te dejo algunos probióticos que podrían darte problemas:
Lactobacillus casei: Esta bacteria se encuentra comúnmente en productos lácteos fermentados y es conocida por producir histamina. Si eres sensible a la histamina evita suplementos que contengan esta cepa.
Lactobacillus bulgaricus: Utilizado en la producción de yogur, esta bacteria puede producir histamina y tiramina durante la fermentación. Aumenta las aminas en los productos lácteos
Lactobacillus helveticus: Presente en algunos tipos de queso, puede producir tiramina y otras aminas. Si eres sensible a las aminas, a las aminas ten cuidado con productos que contengan esta cepa
Streptococcus thermophilus: se utiliza junto con Lactobacillus bulgaricus en la producción de yogur, también puede producir histamina. hace que haya más histamina en lácteos fermentados
Enterococcus faecalis : produce varias aminas biógenas, incluyendo tiramina y putrescina. Muchas veces lo encontrarás en alimentos fermentados y suplementos probióticos, así que evítalos si eres sensible a las aminas.
Si tienes problemas de piel, no olvides que puedes contar conmigo