Ya ha llegado la primavera y por todas partes te asalta la información de los detox que deberías hacer: infusiones, ayunos, plantas, suplementos…
NO LO HAGAS
Y te explico porqué
Imagina que eres un inodoro (disculpa la comparación, pero me viene perfecta)
Ha llegado el momento de limpiarlo en profundidad, te pertrechas con vinagre, bicarbonato, incluso salfumán! y guantes, claro.
Cepillas, frotas, desincrustas y ya está. Ahora toca tirar de la cadena para vaciar toda esa porquería que ha salido. Pero CUIDADO!!! el inodoro está atascado
¿Qué sucede entonces?
Toda la porquería que habías arrancado está ahora totalmente disuelta y ha llenado por completo el inodoro
¿Ves por dónde voy?
Antes de limpiar y desincrustar, hay que asegurarse que las vías de eliminación están abiertas y despejadas. Tus vías de drenaje interno
Vías de drenaje interno
Nuestros cuerpos, tu cuerpo, cuenta con mecanismos y vías pro los que extrae y aprovecha todo lo que necesita de todo lo que entra: aire, pensamientos, emociones, alimentos. Lo que no es útil, debe ser eliminado. Y para eso contamos con vías de eliminación o drenaje.
Estas vías son como un embudo. Las toxinas entran por la boca ancha y, en un organismo que funciones correctamente, salen por la boca estrecha
Lo que pasa es quemuchas veces esto no es así.Los distintos procesos y ´rganos por los que pasan esas tóxinas no siempre funcionan al 100% y van quedándose atascadas por los rincones, acumulándose hasta que provocan auténticos atascos que acaban por desbordar las vías y provocar el caos:
Disfunción mitocondrial
Permeabilidad intestinal
Disbiosis
Fatiga
Inflamación crónica de bajo grado
Si te enfocas en abrir tus vías de detoxificación todo esto puede ser revertido
Puedes recuperar la salud de tu piel, controlar tu dermatitis y sentir energía
Abre tus vías de detoxificación
¿Cuáles son esas vías?
Intestinos
Hígado
Vesícula biliar
Riñones
Sistema glimfático
Sistema linfático
Pulmones
Piel
¿Cómo hacer qué funcionen?
Hay tres aspectos en este sistema de desintoxicación natural
Abre
Esta es la primera fase del proceso.Supone preparar el cuerpo para expulsar toxinas de tu cuerpo abriendo y limpiando tus sistemas de drenaje internos. Piense en esto como la fase previa a la desintoxicación.
Esta fase tiene un doble beneficio, ya que además de abrir las vías de depuración estás nutriendo el organismo profundamente
Puesto que los productos que deben ser eliminados se resumen en orina, heces, sudor y dióxido de carbono, lo que puedes hacer para conseguir que todo ello fluya hacia el exterior es
Consumir suficiente líquido a diario (sopas, infusiones, verduras, fruta y agua)
Actividad física diaria. Muévete hasta conseguir empezar a sudar
Consume fibra alimentaria (no suplementos de fibra): hortalizas, verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, algas, germinados
Además puedes contribuir en este proceso con:
Consume hierbas amargas y otras colagogas (estimulan la producción de bilis y la actividad de la vesícula biliar): cardo mariano, cayena, raíz de diente de león, cúrcuma, raíz de bardana, alcachofa, semilla de hinojo, trébol rojo, jengibre, ginseng y té verde.
Estimula tu vesícula biliar con suplementos como Ácido tauroursodeoxicólico, cardo mariano, vitamina B5, acetil-L-carnitina, amargo sueco, fosfatidilcolina y ácido málico.
Realiza ejercicios de respiración profunda para exhalar las toxinas y llevar más oxígeno a tus células (esto desinflama, por eso el ejercicio es bueno)
La respiración profunda además estimula tu nervio vago, la clave y esencia del sistema nervioso parasimpático. Si quieres sentirte tranquila este es tu sistema esencial. Por favor, busca en internet técnicas de respiración, son muchísimas.
A través d el apiel también puedes ayudar a tu cuerpo a eliminar tóxinas. Para ello prueba con el cepillado en seco, que promueve la circulación y abre los poros de tu piel.
Aumenta el consumo de hojas verdes amargas y las que son ricas en compuestos azufrados, ya que esti,ulan el hígado: las coles de Bruselas son el alimento perfecto si lo que buscas es limpiar tu organismo. Para refrescarte prueba con las manzanas Granny Smith, que son ricas en ácido málico.
Duerme más y mejor. Esto es imprescindible para el sistema linfático, el equipo de limpieza de tu cerebro. Cuando duermes, el cerebro se encoge y libera toxinas al resto del cuerpo a través de las vías de drenaje internas.
Haz caca al menos 1 vez al día. Es evidente que esta es la vía de detoxificación por excelencia y en ella se vierten la mayor parte de las toxinas. Estimula la apertura de esta vía aumentando la ingesta diaria de fibra, haces ejercicio y te mantienes hidratada. Establece un horario y síguelo.
Limpia
Ya que has conseguido buenas vías de eliminación, ha llegado el momento de una limpieza. Es el momento de eliminar las tóxinas, lo que básisamente tu cuerpo va a hacer de forma natural si continuas con la fase anterior.
Aunque podría darse el caso de que debas someterte a una limpieza más profunda si tienes un SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado), SIFO (Sobrecrecimiento Fúngico en el Intestino Delgado), metales pesados, parásitos, moho…
En este caso deberías contactar con tu dermonutricionista y analizar tu situación con detalle para establecer los mejores protocolos de eliminación (siempre y cuando las vías de detoxificación estén ya abiertas)
Regenerar
La última de las fases en un proceso de detoxificación llevado a cabo correctamente (siguiendo las 3 fases) consiste en regenerar el daño causado por las toxinas. Tu sistema digestivo e inmunitario requieren tu atención en este momento, tus células van a necesitar aumentar la producción de ATP (energía)
En este punto se requiere también de una suplementación y fitoterapia muy especificas y que sólo el trabajo directo con una profesional puede pautar.
Una vez hayas pasado por este proceso de detoxificación completo seguro que lo primero que observas es que tu piel sana y que tus brotes están bajo control. Y lo estarán para siempre a menos que vuelvas a llenarte de toxinas