El verano es un momento temido para muchas personas con dermatitis o psoriasis.
Mientras el resto del mundo disfruta de las piscinas y el calor, quien padecen alguna dermatosis sufren brotes con frecuencia. Las temperaturas elevadas y las actividades veraniegas, como nadar y tomar el sol pueden ser desencadenantes de un brote.
Es cierto que el clima seco del invierno y el aire frío tienden a secar más la piel y parece la estación en la que más personas sienten picor, dolor, sequedad o insomnio, pero los brotes pueden hacer acto de presencia en cualquier estación. En lo referente a los brotes veraniegos un estudio publicado en enero de 2021 en el Journal of Dermatology (1) mostró que un tercio de los niños con dermatitis atópica difícil de tratar reportaban brotes en primavera y verano.
Entonces, ¿por qué el verano es un momento tan complicado para la dermatitis atópica? Por un lado, el aumento del calor y la humedad pueden provocar más sudoración. Y ya sabemos que el sudor es el enemigo número 1 para la piel propensa al eccema o psoriasis en el verano, porque puede provocar una mayor agravación, según un estudio publicado en línea en enero de 2017 en BioMed Research International (2) .
El sudor contiene varias sales que pueden irritar la piel dañada, como la piel con dermatitis. Más específicamente, el sudor puede contener zinc, cobre, hierro, níquel, cadmio, plomo, manganeso, sodio y cloruro, y cuando estos se acumulan, puede provocar irritación. Puedes notar que la dermatitis atópica empeora principalmente en áreas donde queda atrapada la humedad, como los la parte interior de codos, la nuca o la parte posterior de las rodillas.
También encontramos otros factores estacionales que podrían jugar un papel importante en la aparición de brotes. Un aumento de alérgenos en el medio ambiente, como el polen, por ejemplo, puede incitar a la liberación de histamina, lo que provoca picor intenso, dice. En este caso la suplementación con quercitina o las infusiones con gordolobo pueden ayudarte a controlar tus síntomas (aunque no a sanar).
No olvidemos que el agua de las piscinas o los protectores solares, así como el exceso de duchas en verano influyen mucho en la aparición de los brotes en verano.
El verano es también el momento de las solanáceas: los tomates, las berenjenas o los pimientos están en su mejor momento. En este artículo te hablé de este tema.
Pero no lancemos el grito al cielo y veamos que podemos hacer para mantener a raya a esos temidos brotes.
1. Mantente fresco, evita sudar e hidrátate
Para ello es esencial que evites los momentos más calurosos del día para realizar actividades. Mantén tu cuerpo fresco para evitar sudar. Para ello las opciones son permanecer en la sombra cuando estés afuera o en las estancias más frescas y refrigeradas si estás dentro. Una opción que me encanta es la del chaleco refrigerado (esta información no está patrocinada, pero creo que te puede ayudar si quieres controlar el calor)
Mantente hidratado. Para ello no sólo debes consumir agua, puesto que no cuenta con los minerales que pierdes al sudar. Considera una dieta vegetariana, rica en verduras, frutas, legumbres y cereales. Podrías además beber kombucha, sopas y cremas, infusiones, kéfir de agua. Además de hidratar estarás evitando el consumo de proteína animal que tiende a producir calor en el cuerpo. Y elige sombreros de ala ancha y ropa holgada de tejidos naturales como el algodón o el lino, puesto que son los más transpirables.
Si te gusta hacer ejercicio al aire libre, hazlo temprano por la mañana o ya por la noche cuando los rayos del sol son menos intensos para evitar la sudoración excesiva. Cuando empieces a sudar, date una ducha fría lo antes posible para enjuagarte. Recuerda no frotar la piel, minimizar el uso de cosméticos y secarte dando toques con la toalla.
2. Elige un protector solar de zinc
Los protectores solares químicos pueden irritar mucho las pieles sensibles (lo digo por experiencia propia) Cuando vayas a comprar uno debes buscar la palabras “físico” o “mineral” y en sus ingredientes debe haber zinc.
Yo utilizo y recomiendo el de Ringana porque es el que mejor resultado me da y no contiene óxido de titanio.
Además, cierto número de personas experimenta dermatitis de contacto fotoalérgica, una reacción de la piel que ocurre cuando el sol activa un ingrediente que se encuentra en protectores solares, perfumes o medicamentos. Si esto te sucede, puedes solicitar una prueba de parche a tu alergólogo o dermatólogo para saber qué ingrediente te causa esa reacción y evitar los productos que lo contengan.
3. Considera el beneficio de tomar el sol para sanar tu piel
Tomar el sol sin protección algunos minutos al día aumenta la síntesis de vitamina D, reduce el estrés, promueve la cicatrización de las heridas. Un estudio publicado en el British Journal of Dermatology que involucró a niños con dermatitis atópica encontró que el tratamiento con ultravioleta B de banda estrecha redujo los signos de eczema en un 61 por ciento (3)
4. Cámbiate la ropa mojada tan pronto como puedas
Mantenerte seco debe ser tu mantra de verano si tienes problemas de dermatosis. Si sientes que el sudor comienza a acumularse y tu ropa se queda pegada al cuerpo es mejor que la cambies cuanto antes. comienza a adherirse a su espalda, por ejemplo, cambie su ropa mojada por ropa seca tan pronto como pueda. Cambiarte de ropa cuando se moja con el sudor es una forma efectiva de controlar el sudor si tienes dermatitis atópica.
5. Utiliza un purificador de aire para combatir los desencadenantes ambientales
Si una de las causas desencadenantes de tus brotes son los alérgenos ambientales, piensa en comprar un purificador de aire para tu casa. Observa que tenga filtro de polvo, el polen y otros alérgenos del aire. Cuando se inhalan, estas partículas de aire pueden provocar reacciones alérgicas en la piel. Aunque se necesita más investigación para demostrar que los purificadores de aire realmente benefician a las personas que tienen dermatitis atópica. Opta r por un purificador HEPA con filtro de carbón para mayor protección.
6. Aclara tu piel inmediatamente después de ir a nadar
Los productos químicos que se encuentran en las piscinas cloradas y la sal que se encuentra en el mar podrían ser un problema para las personas con piel sensible. En caso de que no haya una ducha a la vista, lleva un atomizador lleno de agua y utilízalo para enjuagarte inmediatamente después. Si el agua del mar no te provoca picor o molestias es mejor que la dejes, puesto que es muy rica en minerales.
7. Hidrata para restaurar la barrera de la piel
En este caso recomiendo cremas que contengan activos que contribuyan a recuperar el equilibrio de tu piel, a sellar la barrera cutánea y a nutrirla. Además debe hidratarla y calmar las irritaciones y mejorando la sensibilidad.
Yo lo consigo con Ringana y su hidratante corporal. Si quieres que te explique lo que puede hacer por ti rellena este formulario